lunes, 28 de julio de 2014

"Un día (¡pero qué día!), Dios se cansará y ya no bajará ni subirá ningún intercesor entre él y los rebeldes, porque entonces los primeros habrán aparecido en último lugar. Habrá un vacío y un delirio extraño en el mundo, porque los hombres serán entregados a su propia locura y el fuego del cielo parecerá cercano y cruel sin la pantalla protectora de los santos. El ruido de la luz cubrirá incluso los gritos de las naciones amedrentadas.
 
Algunos contemplarán aterrados su desnudez acusadora, mientras que otros cantarán las alabanzas a causa de su vestidura de luz."
 
L.C.

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